Amar
Amo a Stellan Skarsgård. Amo estar ebrio para
que la vida pase de una manera más delicada. Amo detestar a la inmensa gran
mayoría de las personas. Amo el sexo como compulsión, descarga vital sin más
motivo que la satisfacción individual. Amo la locura que no deteriora. Amo
saber que, a pesar de todo y todos, moriré. Amo la masturbación y a quienes la
practican al margen de la edad. Amo la maldad con estilo. Amo pensar que hay
bondades desinteresadas, aunque sean mínimas o momentáneas. Amo escribir con el
sinsentido de creer que a algunos de los que estén leyendo puede penetrarles un
ínfima parte de las palabras que surgen. Amo la tristeza. Amo los gin tonic.
Amo la vejez lúcida y decente. Amo lo que el dinero puede comprar. Amo el
cuerpo de una mujer que erotiza. Amo las curvas de una dama que calienta. Amo
las feromonas en ebullición de una idea que hace carne en la sexualidad
compartida. Amo amar lo que amo. Amo a Bowie. Amo estar convencido que el
dios en que gran parte de la humanidad deposita su fe es una blasfemia a la
inteligencia. Amo histeriquear. Amo dormir para aplacar la ansiedad del estar
despierto en un mundo hostil a lo efímero. Amo a mi gata. Amo viajar como
compulsión. Amo quedarme en casa, donde sea que considere mi lugar en el mundo.
Amo la cerveza negra. Amo el vino tinto. Amo, también, el blanco & el espumante.
Amo leer como pasaporte a otros universos, tan o más reales que este. Amo
provocar. Amo sentir que a pesar de las negligencias que la existencia depara
puedo subsistir desde la barricada de mi personalidad, y satisfacerme. Amo lo
salado. Amo las milanesas de soja. Amo a Sinatra. Amo desear. Amo a la
gente que mantiene su antipatía a pesar de la dictadura de las sonrisas. Amo a
los que logran que la cotidianidad les ‘chupe un huevo’. Amo a las maduras.
Amo la soledad. Amo el frío. Amo lo que se consigue fácil. Amo lo que cuesta.
Amo soñar con que el presente se puede modificar. Amo ser detestable para
cierta población. Amo los francés. Amo lo europeo. Amo lo que queda por conocer
del mundo. Amo fantasear con vivir de la escritura. Amo que en esa fantasía
haya una casa en la playa, alejada, aislada, sólo mar y silencio.
Eze Iraizoz
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