V de Voluntad

Luego de un periodo de estancamiento, de estar enlodado y hundirme en las arenas movedizas de mis miedos -tan universales como particularmente individuales- ese impulso que transmite la energia encerrada de las ideas y las convierte en acciones me permite iniciar (quizas continuar de otro modo) una nueva etapa. Decir que atras quedaron los fantasmas seria tan esteril como suponer una humanidad exenta de mediocridad por la genialidad de una selecta minoria, capaz de distraernos, esperanzarnos, con sus destacadas artes. Esos demonios seran, tal vez, los encargados -erroneamente ajenos, maculadamente propios- de brindarme ese fuego que ha de permitirme renacer cuan fenix de sus cenizas. Aprendo a actuar en este teatro de la fantasia que es el estar vivo, tan fugaz como las estrellas sin rumbo en el diafano nocturno cielo de verano. Y a pensar y ser pensado, al paso de esa finita eternidad que es el ahora. Abro las alas y pretendo -empujado por la voluntad- volar tan alto como mi fraudulento espiritu lo intente, mi fracturado corazon lo pida y mi enigmatica mente lo sueñe. El camino no esta forjado, la llama del impulso primordial esta en marcha. Es tiempo de gozar, disfrutar los manjares sin la culpa de la resaca. Alzo la copa con el vino de la dicha: en este banquete elijo estar al frente de la mesa. Dolce Vita.

Eze I.